14 de agosto
Zebrak (Chequia) - Ussac (Francia)
1329 kms
Como hoy no tenía nada que hacer, he andado en moto. Sin más. Casi sin hacer fotos. Bastante tenía con intentar no ahogarme. Cuando no llovía, granizaba. Uno llega a encontrarle la estética al asunto.
Cuando llevaba 1329 kms decidí que ya no quería pilotar más rato, así que me paré en aquel hotel raro. No tenía recepción. Te arreglas con una pantalla y tu visa, si no, no entras. Conseguí hacerlo pagando 5€ más de lo que mentía el anuncio y sin wifi gratis. Pero no había nadie a quien quejarse.
Como es la última noche del viaje decido darme un homenaje pero no encuentro nada abierto. Me trinco una lata de caballa en conserva que he paseado por media Europa.
Doy un paseo por las calles desiertas de este lugar vacío y comprendo porqué en Europa la gente se recoge pronto. No es que sean sosos. Es que no usan persianas. Eso allí, no se ha inventado. Y sin persianas no hay quién aguante el ritmo.
Y, aquella noche estrellada de Bergerac, me dio por pensar en los deliciosos y carísimos canapés que habrían comido mis amigos very importantes, mientras a mí me repetía la caballa.
